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Shi y Hunter en su laboratorio. Crédito foto: Salk Institute.
Entrevista

Exclusivo: hablan descubridores del “talón de Aquiles” del cáncer de páncreas

El hallazgo abre el camino para un tratamiento más efectivo que combine la quimioterapia con fármacos de última generación. También promete convertirse en una «herramienta para un diagnóstico más temprano» de la enfermedad, anota optimista el profesor Tony Hunter, del Salk Institute.

Por décadas, los científicos han tratado de dar con una pista que explique la agresividad del cáncer de páncreas: la sobrevida no supera el 10% a los cinco años en ningún país del mundo. En Chile, anualmente aparecen alrededor de 1.200 nuevos casos. La cifra de muertes es similar.

Este desalentador panorama se debe a que el tumor es habitualmente detectado en etapas avanzadas. También a su capacidad para invadir otros órganos y volverse resistente a los tratamientos.

Por todo, el hallazgo de un “talón de Aquiles” para esta enfermedad fue celebrado como un avance inédito en la investigación oncológica. Los créditos son para el profesor Tony Hunter y para el estudiante de posdoctorado y autor principal del estudio, Yu Shi. Ambos pertenecen al Salk Institute -La Jolla, California- y publicaron su descubrimiento en la revista Nature.

Una alianza impía.”

Yu Shi sobre la colaboración entre células «buenas» y células «malas» que convierte al cáncer de páncreas en uno de los más letales.

Shi y Hunter encontraron que un tipo de células normales del páncreas, conocidas como “células estrelladas”, colaboran con las células cancerosas en un juego del estilo nadie sabe para quién trabaja.

¿Cómo ocurre? En un páncreas sano, las células estrelladas se encuentran en «modo apagado» o latentes. Sin embargo, ante la presencia del tumor éstas se activan y comienzan a secretar diversas sustancias en un intento por aislarlo del tejido sano. El problema es que también producen la proteína LIF que en los laboratorios del Salk Institute identificaron como un estimulante de las células cancerosas: las «estrelladas» terminan por crear un microambiente protector en torno al tumor que funciona como un escudo que lo protege de los tratamientos, y con el tiempo facilita su capacidad para volverse resistente a la quimioterapia y hacer metástasis.

Comprender esta red de comunicación entre células cancerosas y células normales, nos permitiría desarrollar terapias más efectivas, junto con herramientas para un diagnóstico más temprano.”

Tony Hunter

En este nuevo escenario, los creadores de terapias oncológicas de última generación (dirigidas o target) apuntan a una nueva droga que bloquee o elimine la producción de la proteína LIF . El uso combinado de este fármaco con la quimioterapia que hoy se usa en los pacientes -con pobres resultados, por desgracia- apuesta a volver más lenta la progresión del cáncer de páncreas y dar el puntapié inicial a tratamientos más efectivos.

El profesor Hunter conversó con CáncerLatam sobre el hallazgo en los laboratorios del Salk Institute.

– ¿La agresividad de este tumor puede explicarse por la colaboración entre células normales del páncreas, como las estrelladas, y las células cancerosas?

-Creemos que la proteína LIF, producida por células estrelladas en el microentorno del tumor, apoya a las células tumorales y las hace resistentes a las drogas de quimioterapia. Así, a largo plazo, podrían adquirir mutaciones que las hace reacias a las drogas y, además, las convierten en invasoras y capaces de hacer metástasis.

-¿Hay algún resultado preliminar de un nuevo fármaco que bloquee a esta sustancia?

-Northern Biologics, la compañía de Toronto que realiza el ensayo clínico con la droga (un anticuerpo monoclonal), presentó en abril algunos resultados preliminares en la Reunión Anual de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (AACR). Sin embargo, los resultados completos de la Fase I no estarán disponibles sino hasta finales de junio. Es oportuno señalar que los ensayos de Fase I sólo están diseñados para evaluar la seguridad y la toxicidad de un fármaco y, generalmente, no se espera observar respuestas clínicas. Esto es probable que sólo ocurra en un ensayo de Fase II, cuando el nuevo medicamento se use en combinación (con la quimioterapia).

-¿Sería este el primer fármaco dirigido o target (no quimioterapia) contra el cáncer de páncreas?

-Otros medicamentos dirigidos, aprobados para distintos tipos de cáncer, se han probado en la terapia para el adenocarcinoma pancreático (PDAC es el tipo de tumor más común que afecta a este órgano), pero hasta ahora ninguno de ellos ha demostrado ser efectivo.

La proteína LIF (verde) es producida por células normales del páncreas. En esta foto de tejido de un tumor se observan linfocitos (azul) y células cancerosas (amarillo). Crédito: Salk Institute.

– Si la Fase I es exitosa, ¿cuándo podríamos tener este fármaco disponible para los pacientes?

-En general, la FDA no aprueba los medicamentos hasta después de los ensayos de Fase III, a menos que existan respuestas notables en la Fase II, sin efectos secundarios indeseables. Esto significaría que el visado de un fármaco anti-LIF demoraría uno o dos años, a lo menos.

-Esta sustancia (la proteína LIF) está presente en muchos de nuestros procesos fisiológicos, ¿cuáles podrían ser los eventos adversos de un fármaco que la bloquee o destruya?

-LIF no es una proteína esencial, pero otras investigaciones sugieren que podría servir como un supresor de tumores en la metástasis del cáncer de mama. Y aunque los niveles de LIF no fueron muy altos en el tejido de este tumor en nuestros experimentos, es posible que el tratamiento anti-LIF pueda tener consecuencias indeseables.

– ¿Qué otras implicancias podría tener su descubrimiento?

-Muchos tipos de cáncer humano tienen a su vez un subtipo donde las células de su entramado o armazón (estromales) dependen de este tipo de sustancias. Y es posible que tales tumores dependan de la LIF y, por tanto, respondan a una terapia anti-LIF.

– ¿Se podría utilizar esta sustancia como una pista o biomarcador para evaluar si la quimioterapia está funcionando o no?

-Creemos que el nivel de LIF en la sangre (test sanguíneo) podría usarse para evaluar la respuesta a la quimioterapia , y de hecho, en nuestro artículo hay algunos datos que sostienen esta idea.

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