Día Mundial del Cáncer de Próstata: inyección radioactiva es la nueva arma

Por Sebastián Urbina

Hasta ahora tenía un uso paliativo. En pacientes con tumor de próstata diseminado en incontables metástasis, servía para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida. Pero los médicos aguzaron el ojo cuando observaron que en un 20% de los casos con la enfermedad muy avanzada, aumentaba la sobrevida por casi tres años, algo impensado hace una década. El cáncer de próstata está a un tris de pasar a ser una enfermedad crónica, gracias a esta y otras terapias, incluso cuando se pensaba que no quedaba nada por hacer.

Por eso, la aplicación inyectable del Lutecio 177, hoy también se estudia en pacientes en etapas menos avanzadas, y con resultados muy promisorios: por ser dirigido, el medicamento radioactivo no implica los daños colaterales de otros tratamientos, como la radioterapia común o la privación de hormonas. Los ensayos clínicos están progresando, y en el último congreso de la American Society of Clinical Oncology (ASCO) en Chicago, se le consideró el mayor avance terapéutico de los últimos 15 años en este tumor que es el de mayor incidencia entre los hombres chilenos, y el segundo con más alta mortalidad.

es posible que sea la forma más precisa de tratar el cáncer de próstata: lanzar partículas radioactivas contra las células de este tumor.»

Doctor Arun Azad (Peter MacCallum Cancer Centre)

Recién hace un par de semanas, el tratamiento (que usa el mismo principio del yodo radioactivo en el cáncer de tiroides) está disponible en el sistema médico privado del Reino Unido. Dos pacientes ya lo han usado bajo esta modalidad. Sin embargo, la mayoría de los beneficiados por su uso son los cientos de personas que participan en los ensayos clínicos con la sustancia.

El oncólogo australiano y autor del estudio, Arun Azad, explicó a CancerLatam que “es posible que esta sea la forma más precisa de tratar el cáncer de próstata, ya que el radiofármaco trabaja específicamente contra las células malignas de este tipo de tumor, al lanzar partículas radioactivas contra ellas”. Según el especialista, quien está probando el tratamiento en 200 pacientes, “los resultados vistos hasta ahora en los hombres tratados han sido muy promisorios”.

“Los ensayos clínicos están en curso. Sin embargo, algunas instituciones privadas (en Australia) están ofreciendo el tratamiento a pacientes que pueden autofinanciarlo”, explica Azad.

El alto precio de la terapia con este radiofármaco es un tema importante, tal como ocurre con los últimos medicamentos que usan la inmunoterapia o se dirigen a “blancos” precisos de las células tumorales. En el país oceánico, la aplicación de Lutecio 177 es gratuita en las investigaciones (ensayos clínicos) que lleva adelante el doctor Azad, pero quienes optan de manera privada lo hacen “a un costo de 10 mil dólares australianos (casi 5 millones de pesos chilenos) la sesión, hasta por un total de seis consultas.”

Van 40 personas tratadas en el país con muy buenos resultados, y somos líderes en América Latina en la aplicación de esta técnica.»

Doctor Horacio Amaral (PositronMed)

En Chile el tratamiento está disponible.

El pionero es el doctor de la Universidad de Chile Horacio Amaral, director médico de PositronMed, centro de medicina nuclear que cuenta con el tratamiento de última generación:

“Comenzamos a diagnosticar este cáncer hace varios años con una molécula (PSMA) marcada con flúor. Después usamos la misma molécula, pero marcada con Lutecio 177, y destruimos el tumor. Hoy llevamos alrededor de 40 personas tratadas en el país con muy buenos resultados, y somos líderes en América Latina en la aplicación de la técnica”, explica el especialista.

Hasta el centro ubicado en Santiago, han sido derivado pacientes de Argentina, Colombia y Brasil: “Y hoy tenemos el honor de ser la sede del próximo congreso mundial de esta terapia. en marzo de 2021.”