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Premio & Desafíos

Cecilia Bolocco y Francisca Contreras cierran ciclo sobre pandemias cruzadas

La segunda jornada de «Conversaciones Cáncer y Covid-19: Pandemias Cruzadas en Chile», tendrá como protagonistas a dos mujeres que aportarán sus experiencias sobre lo que significa tener un diagnóstico de cáncer o a un familiar con la enfermedad, en medio de una emergencia sanitaria.

 

Inscripciones aquí:

https://n9.cl/y1g3

  Se trata de Cecilia Bolocco, cuyo hijo Máximo fue operado de un tumor cerebral el 2018, y de la paciente Francisca Contreras, quien enfrentó un agresivo cáncer de mama con apenas 27 años y hoy es una activa participante de la Asociación Chilena de Agrupaciones Oncológicas (Achago).

   Ambas invitadas compartirán sus historias este martes 8 de septiembre en el seminario online organizado por la alianza Premio Periodismo en Cáncer La Palabra es Esperanza.

El panel, al cual se podrá conectar a partir de las 15:00 horas en la plataforma digital de la Universidad Finis Terrae, será moderado por la periodista Karen Doggenweiler. También contará con la participación de la psico-oncóloga Paola San Martín, del Instituto Oncológico Falp.

sé lo importante que es recibir el apoyo y la experiencia de alguien que ya ha transitado el camino. Conversar es, sin lugar a duda, trascendental para quienes inician su tratamiento y -ojalá- curación del cáncer”

Cecilia Bolocco (Fundación Nuestros Hijos)

   La pandemia por el SARS-CoV-2 alteró la rutina de todos. Medidas como el distanciamiento físico, el confinamiento y el uso de mascarillas vinieron junto a una avalancha de sentimientos, donde la incertidumbre es -al parecer- el que predomina. En medio de este escenario nos preguntamos ¿Sabes de verdad qué es vivir con cáncer y qué significa para tu familia y entorno?

   “Gracias a Dios, Máximo ya había terminado su tratamiento. Sólo necesitábamos ir al hospital una vez al mes para la administración de un fármaco que lo protege por ser él inmunodeprimido. Es complejo, y me imagino lo terrible que es para un paciente que debe seguir con sus quimios y radioterapias en momentos de pandemia”, cuenta Cecilia.

Crédito foto: Falp.

es necesario hablar, poner los temas sobre la mesa. De pronto, lo que a mí me parece terrible, no lo es para el especialista y viceversa”

Francisca Contreras (Achago)

   La directora de la Fundación Nuestros Hijos afrontó los momentos más difíciles de su vida cuando a Máximo, de entonces 14 años, le pesquisaron un tumor cerebral del que fue intervenido de urgencia en la Clínica Las Condes. Luego de un “peregrinaje diagnóstico”, finalmente llegó al Hospital St. Jude, especializado en cáncer infantil y adolescente (Estados Unidos), donde estuvo internado por un largo tiempo para su tratamiento y posterior rehabilitación.

   En el caso de Francisca, fue diagnosticada luego de que ella insistiera en que le practicaran una mamografía: el 2015 tenía apenas 27 años, y el primer médico que la atendió estimó que era demasiado joven para presentar cáncer de mama. Ya con los resultados en la mano, fue sometida a una mastectomía bilateral en la Falp y recibió tanto quimio como hormonoterapia.

Hoy su tratamiento es con inhibidores de ciclinas y la enfermedad entró en remisión total. Su objetivo, entre varios, es que otras mujeres puedan acceder a este último fármaco, ya que no está incluido en el GES ni en la Ley Ricarte Soto, y es de alto costo.

«Yo puedo tratarme gracias a un seguro colectivo que tiene mi empresa, pero he visto a muchas chicas morir por no tener acceso al medicamento».

La idea, dice, es que con los $60 mil millones que inyecta la nueva Ley Nacional del Cáncer para terapias no cubiertas, esta necesidad se resuelva.

   “La misma enfermedad ya es angustiante, porque tienes que estar pensando en controles, imágenes. Y, entonces, aparece esta pandemia y el oncólogo te manda para la casa. Todo queda en suspenso, sin contar con el miedo a contagiarte ya que, al principio, los informes oficiales detallaban que varias de las muertes por Covid-19 correspondían a pacientes oncológicos”, recuerda Francisca.

   Durante la primera jornada de estas conversaciones, los invitados fueron la senadora Carolina Goic, artífice de la Ley Nacional del Cáncer, y el doctor Sergio Becerra, jefe del Departamento de Manejo Integral de Cáncer y otros Tumores del Ministerio de Salud (Minsal).

En esa oportunidad, el énfasis estuvo puesto en la recién despachada normativa, pero también se anunció la segunda versión del Premio La Palabra es Esperanza organizado por la alianza entre Falp, Achago, Novartis, la Universidad Finis Terrae y CancerLATAM.

El certamen está dirigido a reconocer los mejores trabajos en cáncer y este año, debido a la contingencia, se abrió a las piezas periodísticas que converjan de alguna forma con la pandemia, siempre y cuando respeten el espíritu del galardón: enfrentar los desafíos con el foco en la atención integral del paciente oncológico, su familia y la sociedad.

Máximo ya había terminado su tratamiento. Sólo necesitábamos ir al hospital una vez al mes para la administración de un fármaco que lo protege por ser él inmunodeprimido. Es complejo, y me imagino lo terrible que es para un paciente que sigue con sus quimios y radioterapias”

Cecilia Bolocco

La colaboración de todos los actores de la sociedad, tanto del ámbito público como privado, sólo se puede lograr a través de una conversación fluida. El diálogo es, entonces, clave para enfrentar una patología responsable del fallecimiento de tres chilenos cada hora, y que para el 2023 se proyecta como la principal causa de muerte en el país.

   “Es necesario hablar, poner los temas sobre la mesa. De pronto, lo que a mí me parece terrible, no lo es para el especialista y viceversa”, comenta Francisca sobre la importancia de este tipo de iniciativas.

   Cecilia agrega:

   “Sé lo importante que es recibir el apoyo y la experiencia de alguien que ya ha transitado el camino. Conversar es, sin lugar a duda, trascendental para quienes inician su tratamiento y -ojalá- curación del cáncer”.

   La directora de la Fundación Nuestros Hijos está en plena campaña para construir una plataforma que conecte al país con los mejores centros del mundo; y también en traer la radioterapia en base de protones para que todos los pacientes accedan al mejor tratamiento disponible.

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Comentarios
  • Soy la creadora de un grupo de payasos hospitalarios en el 2013, llamados Payahospi, en el Hospital San Martín de la ciudad de Quillota. Este grupo llevaba risas y alegría a los funcionarios. El 2017 me diagnosticaron cáncer de mama con metástasis ósea de hígado. Se me fracturó la columna en dos partes y me operaron para volver a caminar. Hoy sigo trabajando con Payahospi a través de Facebook. enviándoles mensajes de apoyo a los trabajadores de la salud. Es doloroso no poder seguir con lo que uno ama. Pero mantenemos el ánimo en alto. Metástasis no es muerte. Carmen Gloria Quilodrán. Payasita Alegría

    • Felicitaciones por tu trabajo Carmen Gloria,
      tu historia es inspiradora y un ejemplo.
      Un abrazo del equipo CancerLATAM.

  • Buenas tardes.

    Yo me inscribí a través de mi correo electrónico pero nunca me llegó la información indicación para conectarme.
    Me gustaría me explicaran como es el proceso, lamento mucho no haberme podido conectar hoy.
    Atte.

    • Hola Mirta,
      ¿Te pudiste conectar finalmente?