Llegamos al 2021 como los veteranos de la pandemia del 2020
Para todo Chile, el 2020 fue un año que no olvidaremos. En realidad, para la humanidad completa, hoy más que nunca el mundo es un pañuelo donde compartimos lágrimas de todo tipo. Hay, eso sí, un grupo de personas para quienes fue un tiempo que puso a prueba sus fuerzas y creencias de […]
Para todo Chile, el 2020 fue un año que no olvidaremos. En realidad, para la humanidad completa, hoy más que nunca el mundo es un pañuelo donde compartimos lágrimas de todo tipo.
Hay, eso sí, un grupo de personas para quienes fue un tiempo que puso a prueba sus fuerzas y creencias de un modo particularmente intenso. Nos referimos a los que vieron partir a un familiar en la soledad de una UCI, a pesar de los esfuerzos del personal de salud por aliviar ese momento con una videollamada o el calor de una mano.
la fatiga emocional por el Covid-19 nos está pasando la cuenta, pero apostamos a que entre los pacientes oncológicos las reservas son mayores»
Otro grupo que vivió el 2020 con un énfasis mayor, es el de los pacientes con enfermedades crónicas, como el cáncer. Mientras la mortalidad en la población general es del 2%, entre quienes tienen un diagnóstico oncológico asciende a 17%, según estudios en hospitales de Estados Unidos (1). Otro ejemplo: aquí, en Chile, las prestaciones relacionadas con esta patología disminuyeron entre el 70 y el 90% (2).
Pero no es un asunto sólo de estadísticas.
Quienes tienen alguna enfermedad tumoral vivieron el año de la pandemia en medio de miedos y también de esperanzas; de penas y alegrías imposibles de cuantificar o medir. Son personas que tienen experiencia a la hora de enfrentar la incertidumbre y conocen lo que es salir adelante un año o un día más, en medio de adversidades que a la mayoría derrumbarían.
Pues bien, ese temple fue puesto a prueba por la doble perplejidad que impuso el Coronavirus: tener que compatibilizar exámenes y terapias con aislamiento y medidas extraordinarias para evitar el contagio. La fatiga emocional por el Covid-19 nos está pasando la cuenta a muchos, pero apostamos a que entre los pacientes oncológicos las reservas son mayores.
En medio de esta incertidumbre duplicada, fuimos testigos del despacho por unanimidad en el Congreso y la firma del Ejecutivo de la Ley Nacional del Cáncer. Fueron años de esfuerzos concretados en una normativa gracias al empeño de los pacientes; a la visión del presidente del Foro Nacional del Cáncer, doctor Jorge Jiménez de la Jara, y al tesón de la senadora Carolina Goic.
si la creación de una vacuna que enfrente el SARS-CoV-2 concentró los esfuerzos mundiales durante el 2020, la inmunización contra el Virus del Papiloma Humano promete erradicar por primera vez un tumor»
Claro que el espíritu que anima esta ley corresponde al del doctor Claudio Mora. El ex jefe de cirugía del Hospital El Pino marchó junto a los pacientes hasta el último momento de su enfermedad para que las necesidades de ellos y sus familias contaran con estatus legal, independiente del gobierno de turno. Esta normativa lleva con justicia su nombre y -quienes conocieron su sana inconformidad- apuestan a que hoy el doctor Mora estaría luchando por mejorarla.
Hay razones para tener esperanza. La normativa crea, entre otros recursos, una Red Oncológica, un Registro y un Fondo Nacional del Cáncer. Sus beneficios incluyen la formación de especialistas, protección laboral del paciente y el apoyo financiero a tratamientos.
Los avances de la ciencia también alimentan nuestro optimismo. Si la creación de una vacuna para enfrentar el SARS-CoV-2 concentró los esfuerzos mundiales durante el 2020, otra inmunización, una contra el Virus del Papiloma Humano, promete erradicar por primera vez un tumor -el cervicouterino que mata a miles de mujeres en el mundo-, gracias a una política pública mundial que Chile incluyó con éxito en su plan de vacunas.
junto con agradecer acompañarnos durante un año en que nos convertimos en ‘los veteranos de la Pandemia del 2020’, hacemos un llamado a redoblar la esperanza»
Cánceres complejos como el de Hígado y Páncreas, durante el 2020 confirmaron que hay espacio para mirarlos desde una perspectiva menos sombría (3).
Reconocemos que queda mucho por hacer. También esperamos que la pandemia no retrase las necesidades urgentes de un grupo importante de chilenos ante una enfermedad que el 2023 se prevé será la primera causa de muerte en nuestro país (4).
Por eso, junto con agradecer acompañarnos durante un año en que nos convertimos en “Los veteranos de la Pandemia del 2020″, hacemos un llamado a redoblar la esperanza.
(1) Doctor Luis Matamala, oncólogo del Instituto Nacional del Cáncer.
(2) Ver artículo “Cáncer de Mama y Covid: 10 de cada mil pacientes mueren adicionalmente si postergan sus terapias”.
(3) Ver artículo “Avances contra el cáncer que la pandemia no logró empañar este 2020”
(4) Plan Nacional del Cáncer 2018-2028 (Departamento de Manejo Integral del Cáncer y otros Tumores del Minsal)