Hallazgo de potencial «talón de Aquiles» en cáncer de páncreas

Se trata de una proteína que permite diagnosticar el tumor, y que al «silenciarla» mejoraría el pronóstico de una de las enfermedades oncológicas más complejas. Ahora buscan terapia.
Una simple proteína que producen células normales del páncreas. Esa es la clave de por qué este cáncer crece agresivamente y, para el momento en que da síntomas, ya es demasiado tarde. La enfermedad, por lo general, se ha diseminado a través de metástasis y el diagnóstico deja poco margen de maniobra a los médicos tratantes.
Un equipo de investigadores del Instituto Salk, en California, Estados Unidos, identificó a la proteína LIF (Leukemia Inhibitory Factor, por su sigla en inglés) como la responsable del crecimiento de este tumor. La molécula es producida por las llamadas células estrelladas pancreáticas, y al aumentar sus niveles, podría ser detectada para hacer un diagnóstico precoz de la enfermedad. Además, LIF estimula el desarrollo y progreso de este cáncer ya que «colabora» con las células tumorales.
“No han existido muchos avances en el tratamiento del cáncer de páncreas, porque es difícil de diagnosticar y tratar”, dice el profesor Tony Hunter del Salk American Cancer Society. “Entender esta red de comunicación entre las células tumorales y las células estrelladas puede capacitarnos para desarrollar terapias más efectivas, junto con herramientas para tener un diagnóstico más temprano”.
En Chile, cada año aparecen alrededor de 1.200 nuevos casos, y se produce una cifra similar de muertes.
“Este cáncer es de muy difícil diagnóstico temprano. La mayor parte de los pacientes están en un estado avanzado de la enfermedad al momento de consultar” explica el doctor Jorge Gallardo, de la Fundación Chilena para el Desarrollo de la Oncología. Y advierte: «responde mal a la quimioterapia, y ahora también afecta a personas jóvenes”.

Este tipo de cáncer responde mal a la quimioterapia, y ahora también afecta a personas jóvenes. (…) Si se puede bloquear la proteína LIF, entonces quizá podamos reducir la progresión del tumor y las metástasis para favorecer el efecto de la quimioterapia y prolongar la supervivencia (del paciente)»
Doctor Jorge Gallardo (Fundación Chilena pare el Desarrollo de la Oncología)
Un panorama desolador que podría cambiar con el descubrimiento realizado en el Instituto Salk. Allí los científicos vieron que cuando hay altos niveles de la proteína LIF se favorece el avance del tumor y las terapias fracasan. “Estos resultados son consistentes, tanto en estudios con ratones como en tejidos humanos”, dice el doctor Yu Shi, autor principal del trabajo, quien realiza su posdoctorado en el laboratorio de Hunter.
“En un páncreas normal el nivel de proteína LIF es indetectable, pero está considerablemente elevado en el tejido de pacientes que presentan el tumor” -detalla el doctor Gallardo- “Los autores piensan que si pueden bloquear la proteína LIF, farmacológica o genéticamente, entonces quizá podamos reducir la progresión del tumor y las metástasis para favorecer el efecto de la quimioterapia y prolongar la supervivencia (del paciente).»
Basados en parte en el descubrimiento del grupo de Hunter, el laboratorio canadiense Northern Biologics inició un estudio clínico de fase 1. La idea es probar el efecto de una terapia con un anticuerpo monoclonal que se «una» a la proteína LIF para anularla y, de esta forma, impedir que favorezca el progreso del tumor.
Foto principal: La proteína LIF (en verde) es producida por las células estrelladas pancreáticas. Aquí se observan junto a linfocitos (en azul) y a células cancerosas (en amarillo) en una muestra de tejido pancreático tumoral. Crédito: Salk Institute.