Contaminación: no se fuma, pero mata a los chilenos
Junto a nuevas inmunoterapias y fármacos dirigidos para el tumor de pulmón -tanto en etapas iniciales como metastásico- aparecen también otros factores de riesgo distintos al tabaco donde los expertos llaman a poner atención. Estos tienen que ver con la calidad del aire que respiramos.
Entre los factores que facilitan el desarrollo de cáncer de pulmón, el tabaquismo es el líder indiscutido. Alrededor de un tercio de los pacientes en nuestro país tiene el antecedente de ser fumador o haberlo sido.
Estamos frente a un factor de riesgo evitable, de esos que se pueden prevenir para no favorecer uno de los tumores más letales, cuyo Día Mundial se conmemora en noviembre, Mes Internacional Contra el Cáncer de Pulmón.

«no basta con estar expuesto una vez bajo la acción de estos agentes cancerígenos. Debe ser una exposición constante y prolongada para que se desarrolle esta enfermedad en el pulmón»
Doctor Suraj Samtani (Clínica Las Condes)
En 2020, las cifras de la OMS revelaron que en Chile fueron diagnosticados 3.969 nuevos casos. Esto lo sitúa en el 5° lugar entre las mayores incidencias de patologías oncológicas que, desde el año pasado, son oficialmente la primera causa de muerte entre los chilenos. También la OMS, por medio de Globocan 2020, informó que, entre todos los tumores, éste es el que presenta la mayor mortalidad, tanto en hombres como en mujeres del país.
Para el doctor J. Taylor Hays, director del Centro de Dependencia a la Nicotina de Clínica Mayo Rochester, de EE. UU., el potencial adictivo de esta sustancia presente en el tabaco dificulta el dejar de fumar:
“Al aspirar el humo, el cerebro libera dopamina en grandes cantidades, un neurotransmisor que actúa en el centro de recompensa de nuestro sistema nervioso, lo que produce placer. Es el mismo circuito que se activa al comer o al tener sexo. O sea, estamos ante un adictivo rápido y potente”.
A pesar de esto, agrega el médico estadounidense, es posible dejar de fumar. Hasta ahora, lo que daría mejores resultados es integrar la terapia conductual y el uso de fármacos.
Pero no hay que perder de vista el panorama completo e insistir sólo en el tabaco, aunque sea el factor de riesgo más estudiado. Existen otros y que son evitables, explica el doctor Suraj Samtani, oncólogo del Centro del Cáncer de Clínica Las Condes y del Hospital Félix Bulnes:
“Tenemos también el humo de leña que es un factor importante, sobre todo en la Región del Maule”.
Según el especialista, “hay que sumar la contaminación ambiental, que afecta a muchas ciudades chilenas, con una alta presencia de partículas PM 2,5” que, por ser tan pequeñas, penetran fácilmente en el sistema respiratorio.
En su segundo informe del año 2016 sobre «Ambientes saludables y prevención de enfermedades», la OMS destaca que el 23% de las muertes al año en el mundo son por contaminación. Esto es por la polución del aire, del agua, de los suelos; la exposición a productos químicos y la radiación ultravioleta. Todos ellos factores que contribuyen a generar numerosas enfermedades, entre ellas las oncológicas.
En Chile el porcentaje de estos decesos llega al 12% (equivalente a 11.300 muertes), similar a países como Austria, Bélgica, Reino Unido y Suiza. CancerLATAM hizo la proyección con cifras de población y tasa de mortalidad actualizadas al 2020. ¿Conclusión? Con ese mismo 12%, las muertes aumentan a 14.800.
Entonces, la contaminación explicaría en parte importante los casos de tumor pulmonar en personas que no fuman. Y la razón la encontraríamos en una investigación publicada en la revista The Lancet en septiembre de este año: al aspirar partículas contaminantes del aire (PM 2,5), éstas ingresan a los pulmones, causan inflamación de sus tejidos y ayudan a gatillar el desarrollo de células malignas.

al aspirar humo, el cerebro libera dopamina que actúa en el centro de recompensa de nuestro sistema nervioso. Es el mismo circuito que se activa al comer o tener sexo: estamos ante un adictivo rápido y potente»
Doctor J. Taylor Hays ( Clínica Mayo Rochester, EE.UU.)
En la zona norte, hasta hace unos años hubo altas concentraciones de arsénico en el agua potable que fueron eliminadas con diferentes políticas sanitarias. “Tenemos pacientes que estuvieron expuestos hace unos 15 años a esta sustancia, pero las consecuencias las vemos recién hoy”, explica Samtani para después precisar:
“Es importante saber que no basta estar expuesto una vez bajo la acción de estos agentes cancerígenos. Debe ser una situación constante y prolongada para que se desarrolle esta enfermedad en el pulmón”.
Ahora, en el caso de que el paciente ya fue diagnosticado, el profesional aclara que es necesario estudiarlo en detalle, incluido las mutaciones genéticas que pueda presentar el tumor:
“Mientras mejor caracterizado esté (el tumor), el tratamiento podrá ser más personalizado y, en consecuencia, aumentan las posibilidades de controlarlo” -explica Samtani- “Por ejemplo, entre el 40 y 50% del tipo adenocarcinoma tiene alguna mutación en la que podemos usar terapias target (de precisión) con muy buenos resultados”.
En efecto, una de las novedades terapéuticas del 2022 fue un estudio que demostró que el uso de inmunoterapia -antes de operar un cáncer de pulmón precozmente detectado- incrementan las probabilidades de curación.
La eficacia de estos tratamientos que usan las propias defensas del paciente para atacar las células cancerosas ya ha sido demostrada con creces en pacientes con enfermedad metastásica, permitiéndoles una excelente calidad de vida y extendiendo sus años más allá de lo que la medicina pensaba posible apenas una década atrás.
Muchas personas que alguna vez fueron desahuciadas, hoy viven como si enfrentaran cualquier afección crónica. Algo parecido a lo que ocurre con los fármacos “target” o dirigidos, que destruyen exclusivamente las células malignas, pueden tomarse por vía oral, y provocan menos efectos adversos que las antiguas quimioterapias. Claro que, igual que como ocurre con las inmunoterapias-, es necesario un estudio completo de las características moleculares del tumor para dar con el blanco adecuado.
Aunque son tratamientos caros, nuestro país los ha ido incorporando de a poco a sus esquemas terapéuticos de las Garantías Explícitas de Salud (GES) del Minsal.