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Día Mundial del Cáncer de Ovario: Descubra por qué es el “gran simulador”

Experto en camuflaje, adopta variadas formas y síntomas. Una de las muchas razones por las que se debe estar alerta sobre esta enfermedad.

El cáncer de ovario se manifiesta a través de una variedad de tumores, síntomas e incluso imágenes. Esto provoca una gran confusión. Por eso, los especialistas lo llaman “el gran simulador”, y el 8 de mayo se declaró como el Día Mundial para tomar conciencia sobre esta enrevesada enfermedad.

Sobre la edad y su relación con estos tumores, tenemos un peak que aparece entre el fin de la adolescencia y los 30 años. Se denomina “de línea germinal”, porque afecta a las células que producen los óvulos y es poco frecuente. Otro aumento se ve alrededor de los 50 años en adelante y corresponde al de tipo “epitelial”. Es, de lejos, el más común. Y también está el llamado “borderline” o “de comportamiento incierto”, caracterizado por un crecimiento lento, no invasivo, con menos probabilidades de causar la muerte entre quienes lo padecen. Por lo general, afecta a mujeres jóvenes.

“Estamos ante un cáncer que no consume mucha energía, por lo que las pacientes no presentan baja de peso. Su estado nutricional es normal”, dice el doctor Patricio Gayán, gineco-obstetra jefe del equipo de Ginecología del Instituto Nacional del Cáncer (INC). Y añade “es común que la paciente presente distensión abdominal, y esto se confunda con la presentación de colon irritable. Entonces, muchas veces, consulta al médico internista o al gastroenterólogo, y éste la deriva finalmente al ginecólogo. Así nos llegan varios de estos casos.”

Otros síntomas inespecíficos (que lo «camuflan» con alguna patología del aparato digestivo) corresponden a la sensación de saciedad precoz con las comidas y, con menor frecuencia, a constipación, náuseas y vómitos. También puede existir dolor pélvico.

Uno de los problemas de Chile es que no cuenta con buenas estadísticas acerca de los casos nuevos de cáncer que se producen cada año (incidencia). Y en esto el de ovario no es la excepción. De todas formas, en el documento Estrategia Nacional de Cáncer (2016) del Ministerio de Salud, se consigna que en 2013 la mortalidad por este tumor fue de 3,74 casos por cada 100 mil habitantes, lo que equivale a alrededor de 350 muertes.


No existe un examen considerado como de de búsqueda (screening), que permita encontrar el tumor cuando aún es pequeño.»

Doctor Patricio Gayán (Instituto Nacional del Cáncer)

Respecto de estrategias preventivas -como el Papanicolau en el cáncer cervicouterino o una mamografía en el de mama-, en la enfermedad de ovario no hay un consenso mundial:

“No existe un examen considerado como de búsqueda (screening), que permita encontrar el tumor cuando aún es pequeño”, advierte el doctor Gayán, quien es cirujano y especialista en oncología ginecológica.

Cuando se hace el diagnóstico, éste se basa fundamentalmente en imágenes como la ecografía transvaginal, el escáner, etc. Luego, si se sospecha la presencia de un tumor ovárico, el estudio se complementa con marcadores tumorales en la sangre.

Según la edad de la paciente serán los exámenes que se le pidan. Si es joven, se toman marcadores de «línea germinal», distintos de los marcadores de «línea epitelial». Pero hay que recalcar que el diagnóstico de certeza se obtiene sólo con la biopsia. Es decir, se hace una cirugía que confirma o descarta la presencia de un cáncer.

Por lo inespecífico de sus síntomas y su compleja detección, lo más frecuente es que las pacientes lleguen tarde y sean diagnosticadas en etapa 3 (de las cuatro que se consideran), es decir, cuando el tumor está diseminado en el abdomen.

“Uno podría pensar que hacer una ecografía anual a las mujeres para detectar esta enfermedad en forma temprana sería bueno, pero eso no se ha demostrado. Además, hay que hacer muchos miles de exámenes para detectar uno o dos casos. Entonces, en términos de salud pública no tiene sentido, porque no hay financiamiento”, afirma el doctor Gayán.

Crédito ilustración: Clínica Mayo.

El tratamiento consiste en operar. Se trata de una cirugía en que se hace el máximo esfuerzo, es decir, es lo más agresiva posible porque intenta sacar todo el tejido diseminado”

Doctor Patricio Gayán

Entre los factores de riesgo para desarrollar la enfermedad, tenemos el tener dos familiares de primer grado con cáncer ovárico. Por el contrario, está descrito que el uso de anticonceptivos disminuye el riesgo de presentar el tumor, ya que se inhibe la ovulación.

“El tratamiento consiste en operar. Se trata de una cirugía en que se hace el máximo esfuerzo, es decir, es lo más agresiva posible porque intenta sacar todo el tejido diseminado”, explica este profesional.

Hay casos en que el diagnóstico se hace con una punción a través de la piel (percutánea) de alguna metástasis. Si se ve que no es operable, se realizan tres ciclos de quimioterapia, luego se evalúa y de ahí se opera. Posterior a esto, se repiten otros tres ciclos de quimio.

En el escenario de una pequeña subpoblación de mujeres que presentan este cáncer con mutación en el gen BRCA -el mismo que llevó a Angelina Jolie a realizarse una mastectomía radical y a extirparse los ovarios-, ellas se benefician con un fármaco llamado olaparib, que se toma vía oral y aumenta la sobrevida de manera importante. El problema es su alto costo, como ocurre con la gran mayoría de las llamadas “drogas de precisión”, en este caso, de un anticuerpo monoclonal.

En julio de 2013, el cáncer ovárico epitelial se incorporó al Auge, lo que significa que ante cualquier sospecha toda paciente tiene derecho a que se complete el estudio de su caso, y se cubra su diagnóstico, tratamiento y seguimiento.

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