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Vista de la ceremonia encabezada por el ministro de Salud Enrique Paris donde fue firmada la Ley Universal de Cuidados Paliativos. Crédito foto: Minsal.
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Ley destina $13 mil millones para cuidados paliativos

El día en que la ley chilena consagra el derecho universal a los cuidados paliativos para todos quienes enfrentan enfermedades terminales o graves -no sólo cáncer- presentamos este artículos sobre los profesionales entregados al que es quizás el momento más trascendente de la medicina.

“Las personas sanas piensan en cómo quieren morir, y los enfermos en cómo quieren vivir”, dice el doctor Steve Pantilat, de la Unidad de Cuidados Paliativos del Centro Médico de la Universidad de California, en San Francisco.

   Su reflexión -que suena a paradoja- está en una de las primeras escenas del documental de Netflix “La partida final” que muestra a pacientes y a sus diferentes elecciones para enfrentar el final de sus vidas.

tenemos pacientes con cáncer de próstata y mama que, incluso con metástasis, optan por tratamientos que resultan en largas sobrevidas»

doctora Verónica Kramer (INCáncer)

   No es casual que este tema hoy lo podamos ver en la televisión vía streaming: los Cuidados Paliativos es una parte de la Medicina que está en pleno cambio. En sus orígenes, por allá por los años ’60, la enfermera y doctora británica Cicely Saunders inició esta disciplina, contando con escasas alternativas terapéuticas. Su iniciativa pasó luego a Estados Unidos y Canadá, para después convertirse en una disciplina global. En Chile, las primeras unidades fueron creadas en los ’90.

   “En la actualidad tenemos pacientes con cáncer de próstata y de mama -dependientes de hormonas- que, incluso con metástasis, optan por tratamientos que resultan en largas sobrevidas”, explica la doctora Verónica Kramer, médica jefa de la Unidad de Cuidados Paliativos (UCP) del Instituto Nacional del Cáncer (INCáncer). Este centro de salud tiene el privilegio de contar con un numeroso equipo que incluye siete médicos, seis enfermeras, tres técnicos paramédicos, además de psicólogo y auxiliares. Actualmente, atienden a 725 personas.

   “Hoy tratamos de aplicar estos cuidados lo antes posible, porque está demostrado que así aumenta la sobrevida y mejora la calidad de vida de los pacientes”, agrega el doctor Alfredo Rodríguez, vicepresidente de la Sociedad Médica de Cuidados Paliativos de Chile.

El equipo de la Unidad de Cuidados Paliativos (UCP) del Instituto Nacional del Cáncer atiende a unas 725 personas.

   Nuestro país cuenta con 50 de estos profesionales certificados, aunque son muchos más los médicos generales y de familia autoformados que trabajan como tales. De esta manera, pueden estar presentes en las 250 unidades que hay en todo el territorio.

   El doctor Rodríguez, quien también es académico del Programa de Medicina Paliativa de la Universidad Católica, detalla los cuidados físicos, sicológicos y espirituales que entregan. “Desde controlar los síntomas como el dolor, los problemas para dormir y la fatiga, hasta escuchar los cuestionamientos espirituales que se hacen y ayudarlos a tomar las mejores decisiones posibles.”

hoy tratamos de aplicar estos cuidados lo antes posible, porque está demostrado que así aumenta la sobrevida y la calidad de vida de los pacientes»

doctor Alfredo Rodríguez (Universidad Católica)

   “Hubo un momento en que quise retirarme porque era duro” -confiesa Barbarita Peralta, doctora que integra la UCP de INCáncer- “Pero una colega me dijo: ‘Si no lo hacemos nosotras, ¿quién lo va a hacer?’. Finalmente, vas viendo lo bonito que es este trabajo multidimensional en que acompañas, escuchas, das la información en forma pausada, según lo que vive y necesita el paciente.”

   La enfermera Sandra Castro, coordinadora del equipo de INCáncer, considera que esta especialización debería incluirse en la formación de carreras como Medicina y Enfermería: “Porque hay que conocerla para enamorarse de ella. En esto, ayudaría mucho que se promulgue la ley que amplía estos cuidados a todo tipo de paciente con una enfermedad grave.” Por ejemplo, con insuficiencia cardíaca o renal.

   La Ley de Reconocimiento y Protección de las Personas con Enfermedades Terminales y Buen Morir permite que a contar del próximo año todos estos pacientes -y no sólo quienes enfrentan enfermedades oncológicas- reciban atención y medicamentos en forma gratuita, aunque los profesionales reconocen que se necesita una ampliación de la canasta GES para brindar mejores terapias.

La doctora Barbarita Peralta (izquierda, abajo) dice que es una vocación que recompensa. Mientras que la enfermera Sandra Castro (derecha, arriba) cree que debería incluirse en la formación de Medicina y Enfermería.

   La idea es ganar en humanidad, para así cerrar lo más posible esa brecha entre la vida que quiero y la que tengo, que es causa importante de sufrimiento.

Pese a la fortaleza que le dan más de 20 años de práctica, la doctora Kramer reconoce que a veces se quiebra ante este sufrimiento. Lo mismo Sandra. “Porque es difícil que esto no suceda cuando ves a pacientes jóvenes, madres con niños pequeños que deben decidir con quien dejarlos”, confiesa Kramer.

Y Sandra matiza: “A veces también uno llora de felicidad, porque damos de alta a un paciente que hemos atendido por años, y que ya está bien”.

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Comentarios
  • Agradecimiento por tan linda nota

    • muchas gracias a ti por tu inmensa labor