Médicos serán dinosaurios si no usan Inteligencia Artificial
El director del MIT Clinical Data, Leo Anthony Celi, expuso en Chile para desmentir un enfrentamiento entre computadoras y especialistas. En realidad, la batalla es entre quienes usan y quienes no usan esta tecnología. Los doctores no perderán sus empleos.
Los resultados son impresionantes. Utilizando inteligencia artificial (IA), ahora una computadora puede detectar un cáncer de pulmón en forma más precisa que el ojo de un médico. La IA también puede calificar a una mamografía como de alto riesgo para la paciente, ya que anticipa la aparición del tumor dentro de cinco años.
En el caso de la enfermedad pulmonar, el estudio realizado por Google fue publicado a fines de mayo por la revista Nature Medicine. En el de tumor de mama, el logro pertenece a un trabajo del Hospital General de Massachusetts junto al MIT (Massachusetts Institute of Technology): el mismo instituto al que pertenece el doctor Leo Anthony Celi, quien expuso en Chile sobre el uso de la inteligencia artificial en medicina.
Celi fue invitado al encuentro Make Health Chile, organizado por el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS), la Universidad de Harvard, el MIT y la Universidad de Heilbrond, Alemania.

“Se necesita mucha información para construir inteligencia artificial. Por eso tenemos que usar los datos, integrarlos a nuestros sistemas, y no guardarlos como papeles o fichas médicas en las bodegas”, explicó el doctor Celi.
Para el algoritmo capaz de anticipar la presentación de un cáncer de mama, los científicos del MIT y del hospital ubicado en Boston, “entrenaron” a una computadora presentándole los resultados de las mamografías de más de 60.000 pacientes. El propósito fue que la máquina estableciera patrones a partir de los signos tempranos de cáncer, por ejemplo, cambios en el tejido mamario.
Se trata de una tecnología que cambia radicalmente la forma de localizar una enfermedad que mata a miles de mujeres en todo el mundo, ya que hasta ahora se empleaba información sobre factores de riesgo -como edad o antecedentes familiares- que no resultaban concluyentes. Con la IA, en cambio, se analizan miles de mamografías que pesquisan pistas imperceptibles para cualquier profesional, y con una tasa de éxito del 31% de detección, cifra que duplica los resultados de los métodos tradicionales.
Se necesita mucha información para construir inteligencia artificial. Por eso tenemos que usar los datos y no guardarlos como fichas médicas en las bodegas.»
Doctor Leo Anthony Celi (MIT)
Claro que siempre se requerirá del criterio humano para guiar cualquier intervención en salud. Como dijo Celi en el auditorio de la Universidad de Chile: “La pregunta sobre si la inteligencia artificial va a reemplazar a los médicos provoca risa. Hay distintas zonas en el mundo donde ni siquiera tienen acceso a un prestador de salud.”
Una de las áreas donde los expertos están más optimistas acerca del uso de la inteligencia artificial es, justamente, en la interpretación de imágenes; una tarea que los humanos vienen haciendo desde siempre a partir de la observación y que los avances tecnológicos llevaron a examinar los portaobjetos de los microscopios, los rayos X, las resonancias magnéticas y un largo etcétera. La novedad es que ahora es posible ingresar enormes cantidades de información a los computadores para que aprendan a identificar pautas que alerten sobre distintos tipos de enfermedades, y que para cualquier humano lo más probable es que pasen de largo, debido a que nuestros cerebros no pueden procesar tal magnitud de antecedentes.
94% fue la precisión de la IA para detectar cáncer de pulmón en una investigación de Google
En el caso del cáncer de pulmón, las investigaciones de Google inyectaron gran cantidad de datos para la interpretación de tomografías, que es el examen clásico para diagnosticar este tumor que es el que mata a más personas en Chile. Luego de la etapa de aprendizaje, las computadoras analizaron 6.716 casos, con una precisión del 94%. Sobre todo, la IA fue superior que el ojo humano para detectar falsos positivos o falsos negativos que implican exámenes invasivos innecesarios o perder tiempo valioso para los pacientes.
Esta tecnología permitiría también enfrentar otros problemas que hoy afectan a gran parte del planeta. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el 50% de los medicamentos en el mundo son mal recetados o despachados en forma equivocada. Como si este antecedente fuera poco, menos del 30% de las indicaciones a los pacientes corresponden a las guías médicas correctas.