Pacto de Sangre: una historia donde todos somos protagonistas
Hasta un 10% de los chilenos necesitará de una transfusión en algún momento de sus vidas. Y casi todos enfrentaremos el escenario donde un ser querido requerirá de este procedimiento. En el Día Mundial del Donante de Sangre, lo invitamos a reflexionar sobre la importancia de ser un donante altruista.
En Chile no existe una cultura de donación sanguínea. Según datos del Ministerio de Salud, sólo un 29% es de tipo altruista. Es decir, el procedimiento se realiza desinteresadamente, de forma espontánea y continua en el tiempo. El 71% restante corresponde a lo que se denomina un donante de “reposición” o aquel que parte al hospital para ayudar a un conocido cuya vida depende de una transfusión.
En otros países de la región, como Cuba o Colombia, hasta el 100 o el 90% son donaciones espontáneas (altruistas).
Algo está fallando, entonces, tanto en la educación como en la creación de las políticas públicas al momento de transmitir el mensaje sobre la importancia de que los bancos de sangre mantengan un stock adecuado. Otro dato relevante es que, del total de reservas, un tercio es destinado a pacientes con cáncer.
(algunos pacientes oncológicos) pueden llegar a requerir de 18 o incluso 30 donantes.»
José Luis Briones (hemalólogo Falp)
El doctor José Luis Briones, hematólogo y asesor médico del Banco de Sangre de la Fundación Arturo López Pérez (Falp), explica la importancia de la donación altruista:
“Es el método más seguro y eficiente para mantener un stock adecuado y así cubrir los requerimientos de un paciente con cáncer. Aquellos en quimioterapias de alta intensidad, trasplantes de médula ósea, tratamientos de enfermedades avanzadas o cirugías de alta complejidad, pueden llegar a requerir de 18 o incluso 30 donantes.”
Con el doctor Briones conversamos sobre las preguntas más frecuentes de quienes piensan convertirse en donantes. De partida, está el miedo a contraer alguna infección durante el pinchazo, algo que el especialista descarta de plano debido a que todo el procedimiento se realiza en un ambiente estéril.
-Un vegetariano, ¿puede ser donante?
-Absolutamente. Pero un vegetariano debe siempre cuidarse de no tener anemia por falta de fierro.
–¿Y una persona delgada?
-Claro que sí.
-¿Pero hay un límite?
-Bajo los 50 kilos no es recomendable.
-¿Qué ocurre con los menores de edad?
-Esa pregunta no está exenta de polémica debido a la responsabilidad legal (una persona menor de 18 años requiere de un tutor legal), y por el tema de la validez que se otorga a la encuesta previa a la donación. Son puntos de corte que se establecen para tomar una política a nivel institucional.
-¿Y con las personas mayores?
-En alguien mayor de 65 años (la restricción) es por la posibilidad de generarle efectos adversos. Uno puede estirar el elástico hasta los 70 años en un paciente muy sano. Pero, como dije, son puntos de corte ficticios para establecer una política institucional.
–¿Qué enfermedades infecciosas dejan fuera a un potencial donante?
-De entrada, las hepatitis B y C, el VIH, sífilis y Chagas. También un virus en particular que se llama HTLV (Virus Linfotrópico de células T Humanas), y que se asocia a linfoma y neuropatías.
-¿Qué ocurre con el herpes?
-El 90% de la población tiene herpes. Entonces, no es un problema.
–¿Y el virus papiloma (VPH)?
-No se hace screening porque, en teoría, se transmite por secreciones, no por vía sanguínea.
-Alguien VIH positivo, pero controlado con tratamiento, ¿puede ser donante?
-Por el momento, no.
-¿Y una persona obesa?
-Sí.
-¿Presión alta o diabetes?
-Tampoco hay impedimento.
-¿Cuán lejos estamos de crear una sangre artificial?
-No creo que sea una realidad en el corto plazo. De hecho, no hace mucho estuvo de moda la investigación de hemoglobina libre para transporte de oxígeno, pero fue un fracaso absoluto.