Sustancias cancerígenas: crean método que las detecta en un dos por tres

Se trata de un algoritmo que evalúa las mutaciones provocadas por ciertos químicos en el ADN de las personas. La exposición ambiental es un factor clave ya que un 90% de los tumores no serían hereditarios. Agua potable en EE.UU. bajo sospecha.
En un abrir y cerrar de ojos. Así de rápida y eficiente es la fórmula con la que investigadores de la Universidad de Boston prometen detectar si un producto es un potencial causante de cáncer.
No fue tarea fácil. Primero, los científicos debieron dedicar años de trabajo para reunir una importante base de datos de químicos tóxicos para la genética de las personas. Es decir, aquellas sustancias que causan mutaciones y otras alteraciones en su ADN, y que llevan a quienes las padecen a desarrollar tumores malignos. Toda la información está disponible al público en el portal web carcinogenome.org.
La buena y revolucionaria noticia es que ahora los investigadores pueden usar cultivos de células para testear distintos químicos, ver los cambios genéticos que producen en ellas, y a estos resultados aplicar un algoritmo que confirma o descarta una amenaza para la salud humana.
Hasta hoy los sistemas de evaluación eran de alto costo y consumían mucho tiempo. Algo que en parte explica por qué, de las decenas de miles de sustancias químicas de uso comercial que hay, menos de un 2% ha sido analizada para conocer su potencial tóxico en las personas.

Estos dos factores críticos (dinero y tiempo) restringían el financiamiento de los estudios y, en consecuencia, limitaban el público conocimiento del potencial daño que pueden causar ciertos productos. Peor aún, incluso conociendo este peligro, algunos gobiernos se han negado a tomar medidas restrictivas. Es el caso de la administración Trump, que no ha querido poner límites para dos sustancias cancerígenas -conocidas como PFOA y PFOS- que se encuentran en el agua potable de los estadounidenses. Incluso, hace un año, la Casa Blanca y la Agencia para la Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) enfrentaron fuertes críticas por postergar la publicación de esta evidencia.
Nuestro enfoque podría fácilmente extenderse para evaluar efectos adversos por la exposición a otras sustancias como las hormonas o productos metabólicos.»
Stefano Monti (Universidad de Boston)
Hoy se estima que entre el 90 y 95% de los tumores no se pueden atribuir a factores genéticos hereditarios conocidos, lo que deja al factor ambiental como el mayor sospechoso de los casos de cáncer.
“Nuestro enfoque podría fácilmente extenderse para evaluar efectos adversos por la exposición a otras sustancias como las hormonas, en el caso de disrupción endocrina, o productos metabólicos”, explica el autor del trabajo Stefano Monti, profesor asociado de Medicina y Bioestadística de la Universidad de Boston.
Los investigadores esperan que estos resultados -publicados en abril en la revista Environmental Health Perspectives– inspiren a científicos de otros laboratorios a unir esfuerzos para el desarrollo de métodos cada vez más eficientes y baratos que detecten químicos peligrosos, y así eliminarlos del ambiente.