Las vacunas que combaten el cáncer

Se asocian a la protección contra pestes o infecciones, pero hoy la inmunización también juega un papel relevante en la prevención y destrucción de tumores.
La utilidad de las vacunas se está ampliando. Pasaron de prevenir infecciones, como el sarampión o la polio, a ser un arma que nos protege de un cáncer, o incluso, destruye un tumor en desarrollo.
Un ejemplo de inmunización oncológica es la vacuna contra la hepatitis B. En 2005, el Ministerio de Salud la incluyó en su Programa Nacional de Inmunización para recién nacidos en tres dosis. Con esta medida se evita que las personas adquieran el virus, se conviertan en portadoras crónicas y/o en el largo plazo desarrollen un cáncer de hígado. Otro ejemplo es la vacuna contra el virus papiloma humano (VPH) que, desde el año 2014, se aplica en Chile a las niñas escolares de cuarto básico (primera dosis) y quinto básico (segunda dosis) para protegerlas del cáncer cervicouterino. Además, hoy se sabe que también previene el de boca y faringe, así como el anal y el de los genitales, tanto en mujeres como en hombres. Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Corea del Sur, ya la aprobaron en la población masculina.
También como terapia
Los investigadores ahora apuestan al desarrollo de numerosas vacunas de acción terapéutica. Es decir, aquellas que se usan en pacientes que ya tienen cáncer con el propósito de detener el crecimiento de un tumor e impedir que se disemine a otros órganos (metástasis). Otro uso es evitar la recaída de un cáncer o recidiva: aquí se destruyen las células malignas que hayan quedado latentes en el organismo del paciente una vez que ya finalizó su tratamiento.
Por ahora, existen dos vacunas terapéuticas aprobadas. Una es Provenge, para cáncer de próstata avanzado, mientras que la otra es la antigua vacuna contra la tuberculosis -o BCG- que se usa en tumores de vejiga. Ambas son potentes estimulantes del sistema inmune.
Debido a las buenas perspectivas de esta nueva forma de enfrentar la enfermedad, hay varias investigaciones en curso que apuntan a otros tipos de cáncer, entre ellos, el de cerebro, mama, colon, pulmón, próstata y riñón.