Menos papas y más zanahorias: cómo prevenir el Cáncer de Mama según la American Cancer Society
Las famosas guías de la ACS -que revisan exhaustivamente la última evidencia científica sobre estilos de vida- contiene orientaciones específicas para combatir esta enfermedad que cada año cobra la vida de 1.500 chilenas.
En el mes de la cinta rosada, CancerLATAM revisó junto a dos especialistas chilenos las esperadas guías 2020 de la American Cancer Socierty (ACS). Se trata de orientaciones que apuntan a las enfermedades oncológicas en general (hasta un 20% se pueden evitar con un estilo de vida saludable), pero también hay un capítulo dedicado a los tumores de mama, que corresponden a la primera causa (oncológica) de muerte entre las chilenas con 1.500 fallecimientos al año.
Por eso, vale la pena dedicar un tiempo a las conclusiones específicas a las que llegaron los científicos este 2020, ya que las anteriores guías de la ACS se publicaron el 2012.
el tejido graso produce un incremento de las llamadas estronas, que son similares a los estrógenos, lo que facilita el desarrollo de este tumor»
Doctor Rodrigo Bertín (Hospital Clínico de la Universidad de Chile)
La evidencia más potente que destaca el documento es que “el aumento de peso durante la vida adulta y/o el exceso de grasa corporal elevan el riesgo de cáncer de mama después de la menopausia”. Ahora, la buena noticia es que “perder peso puede reducir este riesgo”. Esto, según los estudios que aportan a estas guías el Fondo Mundial para la Investigación en Cáncer, con sede en Londres, y el Instituto Americano para Investigación en Cáncer, ubicado en Washington, Estados Unidos.
“El problema del tejido graso es que produce un incremento de las llamadas estronas, que son similares a los estrógenos, lo que facilita el desarrollo de este tumor”, explica el médico oncólogo Rodrigo Bertín, del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Por eso, bajar de peso logra reducir el peligro de desarrollar este tumor.
Sobre la actividad física, las guías de la ACS son todavía más optimistas, ya que -dicen- “el ejercicio de moderado a vigoroso disminuye el riesgo de este cáncer tanto antes como después de la menopausia”. La evidencia es proporcionada en este caso por el Departamento de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos.
no hay dosis segura de alcohol. Nuestro país se beneficiaría mucho de reducir su ingesta, así como de limitar el consumo de carnes a la parrilla, que equivalen a fumar varias cajetillas de cigarrillos»
Doctor Rodrigo Bertín
Ahora, en tiempos de pandemia, cuando mucha gente trabaja frente al computador, el doctor Bertín aconseja “hacer estiramientos en forma periódica y ojalá tener en casa una bicicleta estática”.
En efecto, este año las guías aumentaron de 150 a 300 los minutos semanales de ejercicio, pero el doctor Bertín considera “más aterrizada” como meta los 150, sobre todo en medio del confinamiento y de otras medidas que limitan el movimiento de las personas, como son el cierre de parques y gimnasios.
Reducir el consumo de carnes rojas y carbohidratos refinados -como pan blanco y pasta-, y aumentar el de legumbres y vegetales de distintos colores son hábitos indispensables para tener una dieta saludable, según el documento.
“También hay que evitar las bebidas con azúcar, porque elevan la insulina que es un factor que aumenta la multiplicación celular, algo que favorece el desarrollo de tumores”, agrega Bertín.
Otro factor protector contra el cáncer de mama del tipo “receptor de estrógeno negativo”, es posible si se evitan los vegetales ricos en almidón -como choclo, papa, arvejas y plátanos- y prefieren, en cambio, aquellos que contienen carotenoides como zanahoria, pimiento y espinacas. Los lácteos altos en calcio también son recomendables para prevenir la enfermedad.
hay que incentivar la mamografía, ya que en Chile sólo el 40% de las mujeres se la hace, y se necesita estar sobre el 80% para lograr disminuir la mortalidad por esta enfermedad»
Doctor Dunstan Espinoza (Instituto Nacional del Cáncer)
¿Y qué ocurre con el alcohol? El documento advierte que su consumo aumenta el riesgo de cáncer de mama, tanto pre como posmenopáusico.
“No hay dosis segura de alcohol”, advierte Bertín. Lo mejor es no beber -según él- y si no, limitar el consumo. Este profesional destaca que nuestro país se beneficiaría mucho de reducir la ingesta de este líquido, así como limitar el consumo de las carnes a la parrilla, que equivalen a fumar varias cajetillas de cigarrillos.
“Disminuir las grasas en las comidas, dejar de fumar, limitar o definitivamente no beber alcohol y evitar el sedentarismo”, son las conductas de las guías que destaca el doctor Dunstan Espinoza, cirujano oncólogo del Instituto Nacional del Cáncer (INC).
Existe, sin embargo, un hábito que conviene reforzar en las mujeres, de la misma manera en que ya está incorporado que evitar el tabaco disminuye las probabilidades de desarrollar patologías oncológicas. Esta rutina no es otra que la mamografía anual a partir de los 40 años.
“Antes de esa edad, lo ideal es que las mujeres se hagan autoexamen, algo que debería enseñarse en el colegio”, dice.
Después de los 40, la mamografía logra pesquisar tumores con anterioridad a que se puedan palpar. “Una detección temprana que modifica radicalmente el pronóstico”, añade el profesional.
Cuando el cáncer está localizado, el 97% de las pacientes está viva a los cinco años. Si ya compromete los ganglios vecinos, la sobrevida se reduce al 76% y si invade otros órganos como pulmón, hígado, huesos o cerebro, sólo un 27% estará viva a los cinco años.
“Hay que incentivar la mamografía, ya que en Chile sólo el 40% de las mujeres sobre los 40 se la hace, y se necesita estar sobre el 80% para lograr disminuir la mortalidad por esta enfermedad”, enfatiza Espinoza.
Todos son datos para tomar en cuenta, ya que una de cada ocho chilenas desarrollará cáncer de mama en el transcurso de su vida, pero nueve de cada diez sobrevivirán si es detectado a tiempo.
